Algo que se dice de manera seguida y con frecuencia es que, la escuela, es la segunda casa de las personas mientras se encuentran en el proceso de los estudios. No importa como tal en el nivel que uno se encuentre pues, de alguna forma, las vivencias y memorias creadas dentro del aula crean la pauta perfecta para que, la escuela, se sienta como un hogar. Pero para lograr aquello, por sorprendente que sea, existen personas que ayudan a ese sentimiento. Los maestros.

Los maestros son los profesionales encargados de esparcir la educación, de manera efectiva, a todos y cada uno de los estudiantes. Siendo una de las labores más apreciadas por las personas, no es de sorprender, el que se tenga buenas y grandes palabras a favor de esta carrera. La historia puede contar grandes anécdotas y recuentos de algunos de estos personajes influyentes dentro del mundo, pero, ¿Por qué no recordar a los que como estudiantes tenemos conocidos? Sobre todo porque, ellos, también demuestran lo que hacen.

Ya sean los de comunidades rurales, los que cambian su forma de enseñar para ayudar, lo que llevan años haciéndolo etc. Cada uno de ellos han dejado huella en miles de estudiantes que, en algún punto de su vida, pensaron seriamente en abandonar algo tan importante como sus estudios. Han cambiado sus opiniones al punto de que, de manera orgullosa, muestran todo lo aprendido por parte de sus profesores.

Aun cuando el día de los maestros solo sea una vez por año, abiertamente, hay que demostrar el agradecimiento y el afecto que, estas personas, pueden tener por todos. Saber que todo lo que han hecho es por el bien de todos en busca de un mejor futuro para los y las estudiantes que conformaran el mañana del país mexicano.